miércoles, noviembre 07, 2007

HOLA, AMIGUITOS... ¿AMIGUITOS...? ¿HAY ALGUIEN...?

Hola. Hace tiempo que no les hablaba. Les pongo al día de algunas cosas que han ocurrido en este lapsus de tiempo.

A-NO HE INTERURRUMPIDO EL BLOG. Es decir, a pesar de no haber dado un palo al agua en este blog, no tengo conciencia de haberles engañado. Es más, este blog, así como sus interrupciones, nacen de una poética cuya piedra angular consiste en intentar no tomar el pelo. Me explico. El género de los blogs es mucho menor de lo que, por lo que sea, se cree. Los blogs ni siquiera son mensajes en una botella. Son una botella. Es decir, un producto. El mensaje es lo de menos. Empezando por el hecho de que los mensajes de un blog son cortísimos, muy cercanos a la consigna. Y, por eso mismo o por lo que sea, aún no ofrecen al lector otra posibilidad de respuesta que la afirmación o la negación. Por otra parte, dos actitudes aburridísimas e inocuas. Son, snif, una suerte de P-3 dentro mundo de las actitudes. Escribir buscando la afirmación o la negación es una calidad del escribir cutre, si bien cada día más exitosa en el mundo de la comunicación. El mundo de la comunicación, snif, cada día se está comiendo más mundos. Ya ha devorado, por ejemplo, el mundo de la información o de las ideas. Y -otro snif-, sin que hubiera guerra de los mundos. Por lo que veo, los blogs que funcionan –los que más se llenan / suscitan afirmación o negación por parte de los lectores-, sólo repercuten en fabricar botellas de marca. Es decir, en la promoción del nombre de sus autores. Y / o de sus consignas ad-hoc. Ejemplos: del blog de derechas de Arcadi Espada ha nacido un partido de derechas –o, igual, dos-, con breves consignas, sin bien efectivas. Del blog de izquierdas de Nacho Escolar ha nacido un diario que –hay que darle tiempo-, por ahora me ha sorprendido por su capacidad para la consigna antes que para el análisis.

B-LES RECOMIENDO UN LIBRO. En Julio, por otra parte, publiqué un libro. Igual debería haberlo comentado. Pero no he encontrado el momento. Se trata de la serie de artículos La canción del verano, publicada en El País hace un par de veranos. El escaso interés por su promoción –lo que es sin duda, un error mío-, no implica que no lo considere un libro importante, que nace, como todo lo que hago, de la firme convicción de que todo, en la vida, debe de hacerte meditar sobre la vida. La cosa va precedida de un prólogo –doy mucha importancia a los prólogos en mis libros; los prólogos son los blogs de los libros, tal y como yo entiendo que deberían ser los blogs-, en el que he intentado consignar los grandes descubrimientos realizados en este blog. Les recuerdo que este blog nació para codificar la CT / Cultura de la Transición. Bueno. El prólogo es, me parece, mi última y definitiva descripción de la CT. Ahí queda por escrito. Supongo que resultará útil. En algún momento –igual mañana; o pasado; o el otro-, les explicaré como ha ido ese objeto no CT en la prensa CT. Y en Internet. No tiene desperdicio.

-C-Por cierto, tal y como tengo costumbre cada vez que publico un libro, la semana que viene –sí, soy consciente del retraso desde Julio-, les daré la dirección de un bar de Barcelona y Madrid para, en la hora que se les indique, quedar con los lectores que así lo quieran para hacerles solemne entrega de un ejemplar. Esas citas acostumbran a ser encuentros breves, pero divertidos. Como deberían de ser casi todos los encuentros.

Bueno. Un saludo. Hasta mañana.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hombre, ha vuelto. A ver si decimononas partes son buenas.

Anónimo dijo...

Hombre, ha vuelto. A ver si decimononas partes son buenas.

Anónimo dijo...

Vaya, que su libro no se vende y ha decidido generar ruido en la red. Desde luego, una política de marketing mucho más cómoda que trotar por esos platós infectos. Para vender hay que comunicar, sí, pero ¿cree que alguien está dispuesto a pagar más de diez euros por un prólogo? Yo no. El prólogo se lee a pie de barra, sin necesidad de pasar por caja y llevártelo a casa. Un prólogo es como un encuentro:demasiado breve.

Anónimo dijo...

Pues ya era hora. ¿Y a Zaragoza no le apetece usté venir a echar unas birras? Qué menos...