lunes, enero 29, 2007

EL ALCORCONISMO

Finde en mi pueblo / Empordà Federal. Trailer: el sol siempre brilla en Kentucky, etc., si bien en esta ocasión hacía un ris que partía el cutis. Un amigote me pone al día de las últimas tendencias en el pueblo, a través de varias historias recientes. La más llamativa de todo el pack es la que aquí sigue.

La que aquí sigue: falta un día para Reyes, los reyes llegan al teatro, los niños hacen cola para darles la vara. En eso llega al teatro un comando de niños marroquíes. Bueno, son post-niños, de esa edad en la que ya te sale bigote, pero aún no se te ocurre afeitarte. Un día se te ocurre y, ñaca, técnicamente dejas de ser niño. Es decir, se te dejan de ocurrir otras cosas. Bueno. Los post-niños marroquíes vienen encendidos como un mechero. Gritan consignas contra los Reyes Magos, a la vez que facilitan, a grito pelado, información al público infantil sobre el hecho periodístico de que los Reyes son los padres. Dos o tres niños están a punto de perder la fe en los Reyes, momento en el que llegan las fuerzas del orden locales y consiguen frenar precariamente el flujo de información. Los post-niños, en el exterior, ya sin niños como público, siguen demostrando a los adultos que los Reyes no existen. A través de un comportamiento tan gore que si, en efecto, los Reyes en realidad existieran, los post-niños hubieran ganado su primer millón de dólares en carbón. Se desata la furia.

De toda esta historia se desprende que, en cualquier caso, los Reyes no existen. Pero tampoco, y sobretodo, no existen en ocasiones sus regalos. Eso debe de doler tanto que uno, a su vez, hace daño. La furia, en todo caso, es la inexistencia de cosas que, para otros, son normales y reales, como una piedra o una manzana. O los Reyes Magos.

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