jueves, septiembre 15, 2005

LA FUTBOLIZACIÓN DE LOS COMUNICADORES

-COMUNICA, QUE ALGO QUEDA. El comunicador, como su nombre indica, comunica. Comunica cultura de masas dentro de la cultura de masas. Es decir, no puede matizar. La cultura de masas no es el chollo de la matización. Supermán, un personaje de cultura de masas, a la que lo matizas, seguramente pierde aceite. Una cultura en la que todo tiende a ser cultura de masas –todas las planetarias que dispongan conexión a red-, tiende a la sencillez en sus mensajes. Una cultura que carezca de defensas culturales ante la masificación de la cultura –las culturas del tercer mundo, posiblemente; y la española, sin duda-, tiende ya hacia el franco reduccionismo, tanto de la comunicación, como de los mensajes a comunicar. Y posiblemente ese es el drama de los comunicadores, suponiendo que lo haya, suponiendo que un comunicador pueda matizarse a sí mismo un drama intelectual.

-EL INCREIBLE PAÍS MENGUANTE. Estadísticamente, y salvo que uno sea raro –rayos, un día de estos debería empezar a hablar de los raros en la CT-, el grueso de los productos que los comunicadores comunican por aquí abajo y por escrito –comunicaciones que van desde el arte a la literatura, hasta todos los géneros periodísticos-, no supera un diminuto listado de posturas ético-estéticas. Esas posturas son el CT-sutra, o inventario de posicionamienstos intelectuales posibles en la sala. Podría resumirse en un breve listado, listado que, guau, ahora que lo pienso, es un repaso a diversos conceptos e ideas que han ido apareciendo en éstas páginas. Las opciones no superan el margen político/gregario de la Transi, el margen de temas estructurales y Líquidos que puede plantear la CT, no superan lo PC, lo Rosa, la Sentimentalidad o el Pedorrismo. El gran qué, la gran novedad, la gran originalidad última en la CT es que es posible, con todos esos ingredientes, cierta bipolaridad. Es decir, que existe la posibilidad de crisparse y elaborar Cultura Brunete. El carácter canijo de tal novedad explica por sí sólo el carácter enclenque de la CT, y su escaso valor como herramienta. Otra cosa que podría explicar las pocas posibilidades de una cultura vertebrada por comunicadores, es un fenómeno que últimamente se da en la información, en la recepción de información y en diversos mosqueos colectivos y amplios. La Futbolización de la realidad. O la realidad final a la que conduce la CT.

-LA FUTBOLIZACIÓN. USTED SE ENCUENTRA AQUÍ. El domingo me fui a ver el Barça con Joan Coscubiela, Secre General de C.C.O.O. en Catalunya. Fabricamos una conversación y, en ella, Coscubiela fabricó el concepto Futbolización, que seguidamente les explico a través de sus palabras. Ahí van. No se vayan.“Tengo la sensación de que la política catalana y española ahora son pura futbolización. Todo es un Barça-Madrid permanente”. Es decir, que los comunicadores, en el momento de comunicar la realidad sin explicarla, optan por transmitir impresionismos, propios de la cultura de masas, propios de espectáculos de la cultura de masas, en los que la única posibilidad –y no te la acabas-, es estar a favor o en contra de un club. “La política es un equilibrio entre sentimiento y razón. Si se abandona la razón, prima el hígado, la futbolización”. Dos ejemplos informativos de ello. A) “La polémica por lo de Gas Natural y Endesa, puro hooliganismo”. B) “Los diarios y las secciones económicas llevan tiempo hablando de que Catalunya pierde peso económico específico. Recientemente, el INE ha reconsiderado sus estadísticas y resulta que no. Lo que demuestra que aquella polémica del peso específico era Futbolización, era un Barça-Madrid dilatado”. A la futbolización de la política colaboran los hechos de que “el PP ha dejado de utilizar la razón”, y de que “los Presidentes de club ya no son hooligans, de manera que la sensación es que el hooliganismo lo ejercen determinados dirigentes políticos”. Y, posiblemente, determinadas maneras de informar -¿de comunicar?- la actividad política de esos determinados dirigentes políticos.

-MEDITEMOS, HERMANOS. Esta semana, por motivos profesionales y poniendo a riesgo la vida del artista, me la he pelado mirando las tertulias informativas de Teresa Campos y Ana Rosa Quintana. En una –toma, moreno-, aparece Zaplana y Esperanza Aguirre ejerciendo de comunicadores, sin grandes diferencias formales respecto de otros comunicadores del mismo signo presentes en el mismo plató, de forma directa y sin intermediarios que encarecen el producto. En efecto, las tertulias eran puro fútbol. La razón y el análisis no eran pertinentes. Ni la realidad. Ni, tan siquiera, la información. Los tertulianos decían lo que les salía de las narices, con un par. Comunicaban, fundamentalmente, cuatro cosmovisiones futbolísticas. La del Real PP y la del FC PSOE. Y la de una hipotécica Selección Nacional y otra, Selección Anti-Nacional. La CT es incapaz de futbolizar –que es el grado mínimo de la comunicación-, otros posibles clubs, por lo visto. El resultado de la futbolización es la crispación. Yo, por ejemplo, después de haber escuchado todo lo que he escuchado, estoy como una moto. Lamentablemente, el mundo de los comunicadores no da para más. Y no hay otra posibilidad en la sala. Socorro.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Llegar cansado de la redacción de un periódico local después de un largo día y tener que esperar a leer tus ingeniosos, destornillantes y serios escritos para saber que por lo menos, el día no ha sido en balde.

marquinho

Anónimo dijo...

¿Y no hay otra posibilidad en la sala? Que nunca antes nadie vendiera lo que se vende hoy en el top 5 de la cultura de masas ¿significa que no cabe otra posibilidad? ¿No se puede ser minoritario hoy en día?

Si el individuo que reflexiona ve que sus ideas, mientras les siga dando importancia en vez de hacerlas líquidas, no podrán alcanzar a las masas, ¿significa eso que ese mensaje no tiene valor? Muchos estaremos de acuerdo en que sí lo tiene. Entonces la cuestión sería, ¿es posible que la reflexión, la verdadera libertad de ideas sea una costumbre de masas? ¿Puede pasar o es sólo un bonito sueño? Quien crea que sí deberá ponerse a pensar hasta que le salga humo de la cabeza ¿cómo hacerlo? Y para los realistas/pesimistas (moi) nos queda ver cómo defender la posibilidad de seguir pensando para que pese a todos sus esfuerzos, ni la CT ni sus hermanas, puedan borrarlo todo del mapa. Porque Internet habrá favorecido el desarrollo espectacular (Debord) de la cultura de masas, pero viene a ser como los superpoderes, puedes usarlos para convertirte en un superhéroe o en un supervillano. El desarrollo de tecnologías como los podcasts, los blogs, y cosas que aún nos quedarán por ver, ¿no son herramientas poderosas para los mensajes no de masas?

¿No hay otra posibilidad? Quizá en la sala que hemos conocido hasta ahora no, pero ¿podemos pensar en la posibilidad de más salas? Usted anda por alguna de ellas, está pensando y nos está haciendo pensar, consecuentemente podríamos decir que usted ya no es un comunicador, ¿qué es? Eso no lo se, quizá requiera tiempo saberlo. Mientras tanto siga así, todos sus artículos de septiembre han sido realmente espléndidos, chapeau.