jueves, junio 02, 2005

HOLANDA Y COETZEE

Holanda, donde al parecer existe la posibilidad cultural de votar no en un referéndum, va y vota no. En lo que es una nueva escenografía en el itinerario del proceso de aprobación de la Consti europea. Proceso que se puede resumir en un plis-plas tal y como aquí sigue. Tal y como aquí sigue: proceso de aprobación de Consti etc = proceso por el cual unos gobiernos luchan para no caer en crisis gubernamental = perder el referéndum. Esa posibilidad es posible en Europa –al menos, en Holanda y Francia-, pero no en España, país cuya cultura ambiental está consagrada a que sus gobis no pierdan referéndums. Y, en general, a que no pierdan, en lo que es un grueso funcional de la CT.

Bueno. La ausencia del NO como metáfora, supone por aquí abajo la ausencia de la organización de los NO en la cultura, una posibilidad inexistente en la CT. No existe cultura del NO –existe cultura de la negación, que es otra cosa; mucho más pequeña-, hasta tal punto que la cultura, la CT, es puro SÍ. Metafórico. La pregunta es, dos puntos, ¿de dónde salen los productos culturales del NO que se consumen por aquí abajo? La respuesta que aquí dejo ir es la siguiente: no salen, estadísticamente, de aquí abajo, por lo que deben de salir de allí arriba.

Dos ejemplos. Ayer les citaba un editorial de Libération, con el que verbalizaba una situación local, no descrita por la cultura local. Me apropiaba de un texto inexistente en mi cultura para hablar de nosotros. Hoy, en el cyber, he echado un vistazo a la obra de mis predecesores en el ordenador que ocupo –a 1 euro la hora-. Un grueso de ellos se apropiaba del NO holandés y francés –un producto inexistente en nuestra cultura-, para hablar de la realidad nativa. Este hecho –la utilización de productos foráneos para describir situaciones locales-, está más expandido de lo que uno podía creer en un primer vistazo. Y a) explica la ausencia de productos locales complicados, y b) el carácter reduccionista y limitado de la CT. Recuerdo, en ese sentido un artículo de ¿Félix de Azúa? ¿El País? ¿hace la tira? en el que comentaba, con juego de piernas, la novela Desgracia, de Coetzee, a la luz de una lectura personal que había realizado. Había leído la novela sudafricana en clave vasca. Donde aparecía afrikaners, él leía españolistas, donde aparecían negros, él leía vascos, donde aparecía la brutalidad, se debía de hacer un ejercicio mental absoluto para realizar otra lectura. Si uno lee así esa novela descubre, de pronto, la mejor, la más amplia, la más turbadora, la menos maniquea novela sobre Euskadi publicada por aquí abajo en los últimos 2.345 años. Lo único que pasa es que no está escrita por aquí abajo, una cultura que no ha dado pie a individualidades como Coetzee, ni a colectividades intelectuales que puedan liarla aplicando ese tipo de novela a la realidad de por aquí abajo. Si Coetzee se hubiera llamado Koetxe, o López, hay muchos números para pensar que a) jamás hubiera escrito Desgracia. O que b), Desgracia hubiera sido una novela marginal, rencorosa, malrollista, etc.

Hasta otra, amiguitos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿No hay nadie por aquí que tenga tan claro como yo que si España votó "sí" y Francia y Holanda "no" es:

- Por el efecto Zapatering.
- Y sobre todo: porque los españoles y las españolas tenemos un complejo, al que llamaré infraeuropeo, que te cagas?. ¿Toda la vida intentando entrar en el club de golf y cuando te ofrecen jugar una partida dices que no?

Es lógico que si la cosa no funciona sean dos países fundadores, dos dueños del club de golf, quienes planteen su reforma. No sea que entrar nosotros y joderse el club sean uno y nos expulsen.

Anónimo dijo...

Hombre, en el sí de España hubo mucho sí a Zapatero (o por lo menos sí a "déjenle hacer que acaba de llegar")porque hubo quien se encargó de que fuese así para poder gestionar el No en caso de producirse.