jueves, mayo 12, 2005

EL DEBATE. Y, OTRA VEZ, LO NO DEBATIDO

-EL DEBATE. Debate del Estado de la Nación. Una visión marciana / Hombre de Flores. Los discursos de ZP –pollo que sigue sorprendiéndome gratamente; ya comentaré en un plis el concepto sigue-sorprendiéndome-gratamente no mucho más abajo; los marcianos somos muy lacónicos cuando echamos vistazos-, y de Rajoy participan ya de dos culturas diferentes. Y aquí, cultura: aquella emisión que precisa una teoría de la recepción determinada para ser entendida. ZP –que sigue sorprendiéndome etc-, se instala en la CT. Sus datos, como todos los discursos de un político planetario, precisan ser verificados por la prensa que, como sucede cuando habla un político español, no los verifica ni para atrás. Rajoy, emisor de Cultura Brunete para receptores de Cultura Brunete, emite una realidad que no encaja con la realidad sin pegarle golpes con una maza, pero que dispone de medios beligerantes que explican que es la única realidad. Meditación: la CB –Cultura Brunete-, es la región bestia de ese bestialismo denominado CT. Consiste en saber que si el Estado emite algo, nunca será cuestionado por la sociedad ni por los intermediarios entre la realidad y la sociedad. La CB funcionó de perlas cuando era Gobierno. No funciona mal del todo –tiene un mazo de usuarios que la necesitan para leer el mundo-, no siendo Estado. Glups.

-EL CONCEPTO POLLO-QUE-SIGUE-SORPRENDIÉNDOME-GRATAMENTE. ZP tiene una teoría de la frase y del concepto llamativa. De marciano. De persona con vocabulario, conceptos y actitudes poco Transi. Por ejemplo: el uso de la memoria para buscar responsabilidades políticas, ejercido, verbigracia, durante el debate parlamentario por lo del Yak, primer debate en la historia de la Transi en el que un Gobi investigaba a un Gobi anterior. No investigar Gobis anteriores fue un chollazo que introdujo UCD y al que se apuntó a toda leche el PSOE de los GAL. ¿Qué hace en un Gobi CT un pollo que, esta mañana a primera hora, al menos, no es así? Ni idea. Supongo que se ha colado. ¿Cómo se cuela un pollo en un Gobi? Ni idea. Supongo que no siendo marciano durante años y haciendo un golpe de audacia durante el aznarato umpluggued, cuando nadie daba un duro por el candidato PSOE frente a Aznar. Es decir, siendo invisible durante mucho tiempo. Ser invisible, en su día consistió en aplaudir que no se investiguen los GAL. Consistió en ser, vamos, un chico CT del montón. Argumento hacia esa hipótesis: ZP, usuario de la memoria republicana –otra originalidad ZP no CT-, fue el señor que negoció con ADAR –Asociación de Aviadores de la República-, la reincorporación de los pilotos republicanos a Ejército CT. El Gobi sociata les reconoció incorporación y promoción de grado –o como se llame-. Pero no les reconoció indemnización. Los pilotos demandaron al Estado. Y ganaron. Es decir, no hubo acuerdo con un Gobi sociata, es decir con el chico CT que, cumpliendo órdenes, negoció el caso de la cosa sin mojarse, aparcando la memoria republicana, su originalidad intelectual, y apostando por no ser un político original. El tiempo dirá si ZP, antiguo usuario de la CT, no es un chico CT. Será, además, muy poco tiempo. El tiempo de ver si decide superar o no la Transi con el Estatuto catalán y su modelo de financiación. El tiempo de ver si se decide por apostar claramente por un Estado Federal. Un Estado Federal, amiguitos, es un Estado Vasco y un Estado Catalán. Poca broma.

-DEBATES NO REALIZADOS. Bueno. La monarquía. ¿Es CT? Sí. Pero puede dejar de serlo. Me explico. La monarquía era el epicentro estético de la CT. No me pregunte por qué, señora, pero la elisión de temas y conflictos en la CT tenía que ver, estilísticamente al menos, con la elisión del dato de que la democracia española era la continuidad del franquismo, continuidad simbolizada en la continuidad del heredero de Franco y, con él, la seguridad de que todo un pack de continuadores y continuismos estaban garantizados. Hoy en día, el papel de la monarquía no es garantizar ningún continuismo, salvo el suyo. La participación de la monarquía en la CT es la de cualquier otro usuario. Incluso, se diferencia de otros usuarios en que tiene reparos en participar en la CT. La monarquía, sabedora de que lo mejor para una monarquía es nunca jamás hablar de ella, posiblemente contempla con reparos convertirse en boom informativo, en Muerte Papal, en programación interumpida, gracias a una CT con piñón fijo, que fiel a ser fiel a sus superiores, la lía cuando un Borbón se casa o se embaraza. Supongo que la monarquía, en ese trance, agradecería la fidelidad de la CT en forma de silencio, que es la forma sonora por la que opta la CT para aludir a las finanzas actuales de la monarquía. Y a la financiación de la monarquía cuando, a principios de la Transi, no tenía una partida de presupuestos del Estado como la actual, más propia de la NASA que de un jefe de Estado. Otra particularidad frente a otros usuarios: durante el aznarato y la emisión de Cultura Brunete desde el Estado –cuando la CT fue CB-, la monarquía pareció ser el primer ente colectivo en leer la situación y distanciarse. En el momento en el que España estuvo más cerca de una República –y, socorro, qué República-, cuando las funciones de representación fueron asumidas al máximo por Aznar, de manera que el rey sólo representaba al Estado en alguna reunión tuperware, la monarquía –que en los últimos 25 años ha estado, por primera vez en España, bien asesorada-, tuvo un comportamiento fino y distante. Más particularidades de la monarquía ante la CT. La ha sabido intelectualizar. Practica el compadreo con una cultura que sólo pude ofrecer y recibir compadreo, jamás ideas o valoraciones. Va a cenar con cantautores. Da la patita a todo el mundo. Paralelamente –y he aquí la originalidad-, no confía en ella. Los premios Príncipes de Asturias, un tinglado para otorgar reconocimiento y mixed emotions a una dinastía que, hasta hace poco, su único contacto con la cultura eran las faltas ortográficas, apuestan por personajes mediáticos de la cultura y los ámbitos internacionales, antes que por pollos de la CT, por definición anti-internacionales.

EL colectivo de beneficiarios del silencio de la CT es hoy en día amplio. Afecta también a la izquierda. La monarquía es un beneficiario más. Que ha sabido buscarse la vida, si bien confía en la CT para hablar de ella. Y, sobre todo, callar de ella. La CT, snif, ya no es un homenaje exclusivo a la monarquía. Es algo más dramático y colectivo. Es la necesidad de no hablar claramente. De no valorar un rey, pero también de no valorar un político, una novela, una película. Para percibir la autonomía que la monarquía está adquiriendo frente a la CT, noten como, en ocasiones, los límites de la CT enmarcados en el ji-ji-ja-ja pedorrista, incluso, se chotean de la monarquía. La CT –y esa es la gran lección que nos dio la Brunete cuando fue la CT oficial-, puede vivir ya sin monarquía.

¿Qué pintamos los republicanos en todo esto? ¿Sirve para algo ser republicano? ¿Existimos? Hum. Mañana.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los republicanos sí existen. Yo vi con estos ojazos a dos republicanos el pasado 14-A. Jubilosos y entonando el himno de Riego desplegaron una bandera en un céntrico restaurante de Barcelona. Sucedió en el transcurso de una cena a la que asistían padres, madres y alumnos de un instituto. Los republicanos( el profesor de filosofía y un padre)intentaron sujetar la bandera en el marco de un espejo que colgaba de la pared. El espejo cayó. Afortunadamente, no hubo víctimas y todo quedó en un susto. Republicano, eso sí.

Anónimo dijo...

Leo en su último artículo en la página web de Interviú:

"Cuando uno habla de financiación, no habla de sentimientos. Habla de todo lo contrario. Es decir, de pasta".

Leo más tarde:

"Las nuevas generaciones de catalanes empiezan a plantearse el independentismo político como una región del independentismo económico".

Lo cual contradice su primera afirmación. ¿O alguien imagina la provincia de Barcelona independizarse del resto de provincias catalanas por una razón meramente económica? No. ¿Por qué? Por el sentimiento, precisamente.