jueves, abril 07, 2005

EL TIEMPO

Hola. Soy yo. Tenía que hablarles de lo políticamente correcto. Pero hoy, por lo que veo, es San Jódeteguillem. Y no tengo tiempo. De manera que les hablaré del tiempo - que es lo que tengo más a huevo-, si bien de una forma no políticamente correcta. Supongo. Bueno. Al tajo.

Esta historia sobre el tiempo sucedió hace cuatro días –hace un tiempo, vamos-, en Buenos Aires. Me la explicaron mientras tomaba cerveza y hablaba del tiempo con unos amigotes. AL hablar del tiempo, los amigotes acabaron hablando de su barrio. Que, se supone, es donde consumes el tiempo. En tu barrio, por lo visto, es donde conoces a tu novia. Paseas con tu novia por el barrio y te la llevas a un restaurante del barrio, donde te pones las botas y fardas de novia y todo el mundo dice qué bonita está tu novia, etc. En eso, uno de mis amigotes explicó una historia en la que hay de todo eso. Es decir, en la que aparecía todo su barrio. Y el tiempo. Explicó que se fue a un fiestorro en un piso de un amigo de un amigo de un amigo. Fue con un amigote. Estuvo bromeando con el amigote. Luego, se fue a buscar una cerveza a la nevera. Se entretuvo buscando la cerveza. Cuando volvió, se encontró a su amigote de rodillas frente a otro caballero. Le estaba, ejem, comiendo la polla. La historia finaliza aquí. Silencio. Mi amigote, es decir, el amigote del señor que cambió de dieta en 20 minutos –en poco tiempo, vamos- volvió a hablar. Explicó el verdadero final de la historia. Él no dijo nada a nadie. Pero la gente del barrio se enteró. Su amigote se suicidó un mes más tarde. Silencio prolongado. El amigote del amigote muerto lo rompió para hablar del tiempo: “¿qué le pasó en esos veinte minutos?”. Uno de los otros dos interlocutores de los que estábamos en la mesa la mesa formuló otra lectura del tiempo: “¿qué le pasó en ese mes? El tercero, a su vez, optó por otra teoría del tiempo y dijo: “¿Qué le pasó en todos los años anteriores?”. Es decir, que acabamos la conversación como la empezamos. Hablando del tiempo.

De la historia se deduce que, sea lo que sea el tiempo, es el tema más importante. De una forma u otra, en estas páginas, igual les estoy hablando del tiempo.

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