jueves, febrero 24, 2005

LOS INCREÍBLES HOMBRES ESCENARIO

Hace un frío que congela las ideas. Cuando yo era pipiolo, a este frío se le denominaba frío, con un par y como su nombre indica. Ahora se le denomina ola de frío. Ola-de-frío es algo que complica llamarme frío al frío. De lo que se deduce que ilustra un concepto más complicado. Por ejemplo, nos remite a un concepto complicado denominado hombre-del-tiempo, que es el que codifica las olas de frío.

Por aquí abajo, en un informativo televisivo, lo que más tira es el hombre del tiempo. El hombre del tiempo se diferencia de otros hombres al uso –verbigracias: el hombre lobo, el hombre bala- en que lo que dice va a misa. Y en que, con ello, fija escenarios. Escenario es una palabra clave del sign of the time. Ojo al palabro escenario. Tiene su miga. Miga, ejemplo: a) hace unos días, el hombre del tiempo fijó como escenario una ola de frío. De manera que b) el resto de hombres que aparecen en los telediarios antes de que aparezca el hombre del tiempo, hablaban sobre esa ola que tenía que venir, luego c) sobre la ola que ha venido y, en cuatro días, sobre d) las repercusiones de la ola que se ha ido. Como se ve, el hombre del tiempo es el hombre más importante del mundo. Es el que corta el bacalao. Fija las olas, es decir, los escenarios. De lo que se deduce que el mundo, por aquí abajo, son olas, son escenarios.

De un tiempo a esta parte, la realidad informativa –la realidad, vamos-, se parece un güevo a la realidad climatológica. Consiste, básicamente, en crear olas, escenarios. Que van pasado. Menos los tsunamis, que se quedan. La información depende tanto de la creación de escenarios que cuando, pumba, desaparecen los escenarios, cuando se producen noticias que no discurren en un escenario, la información se colapsa. Sucedió el 11-S, cuando nadie sabía en qué escenario se escenificaba el 11-S. Y sucedió el 11-M. Los escenarios deben de ser la pera, pues el 11-M, el mayor esfuerzo informativo jamás realizado en este país, consistió, por cierto, en un Gobierno modulando la información, haciendo de hombre del tiempo, para crear un determinado escenario.

Los escenarios son un chollo informativo. A) Simplifican la información, hasta el punto que, si no hay escenario, no hay información. B) La sitúan en un drama –los escenarios son fondos teatrales sobre los que se desarrolla algo en tres actos. Los escenarios, en fin, crean la sensación de que todo en la vida tiene tres actos. Algo más falso que un duro sevillano. Las realidades complejas, de hecho, casi nunca caben en un escenario. Y las más de las veces no tienen tres actos, como las pelis. Si usted gasta novia/o/lo que sea, habrá comprobado que hay días enteros en los que no hay escenario que valga. Ni hombre del tiempo que oriente un pijo.

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